A vos. Sí, a vos.
¿Qué te condiciona a ser como sos?
¿Tenés alguna(s) creencia(s) que te esté bajando la barrera?
Pero… Sabés que la barrera es mental. ¿Cierto?
En otras palabras, la barrera no existe.
La creaste con tu mente y, cómo todo lo que se cree, de pronto parece una realidad observable.
El tema es que el miedo no es observable, porque no tiene forma, es indibujable (te desafío que dibujes el miedo).
Entonces ¿Qué es lo que se crea en la realidad cuando me creo la barrera mental?
Se crea un estímulo que brinda una respuesta. Esa acción es lo que se crea, lo palpable, lo que se ve.
Si accionamos desde la convicción de que esa barrera es real (aún si es inconsciente), cuando nos pongamos en el juego de atravesarla, vamos a vernos detenidos por miles de “inconvenientes” que “no nos van a permitir” hacer algo al respecto.
La realidad es que esa barrera aparenta ser real porque nosotros le damos el poder de serlo. Entonces, algo que no tiene lugar en este plano, le damos forma y lo vivenciamos para darle sentido.
Pero no solo eso, sino que, además, podemos “transferirle” una cuota de responsabilidad o culpa para alivianarnos la espalda ante la inacción o la acción que no espera un resultado favorable.
Es como entrar a un campo de juego creyendo que el partido ya está perdido. Lo más probable es que el jugador ofuscado o temeroso encuentre más problemas que oportunidades (va a ver más chances de perder que de ganar).
El foco de atención es lo que lidera nuestra capacidad de acción.
La capacidad de crear y modificar nuestra realidad está apalancada en nuestro optimismo y/o disposición al aprendizaje.
Si persistimos en la pericia sobre lo que puede -Malir Sal-, encontraremos respuestas coherentes para explicar por qué no debemos salir de la zona de confort.
Por otro lado, si persistimos en el análisis situacional, dándole mayor importancia a aquellos factores que pueden ser catalogados como positivos, podremos encontrar cada vez más de ellos.
Simplemente es una cuestión de enfoque.
El enfoque correcto, con una acción coherente, genera los resultados deseados y disuelve el miedo. Cambiar el mindset, modificar ese chip que moldea tus acciones, parte de ser consciente sobre como está operando hoy en día.
La mentalidad de ganador se construye y la reflexión es el hábito clave para detectar oportunidades de mejora.
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